domingo, 8 de noviembre de 2015

¿Podemos evaluar una inversión en treinta segundos?

Frente a los que piensan que evaluar una empresa exige un arduo trabajo de investigación en los estados contables, están los que creen que el esfuerzo se puede reducir porque realmente, para qué vamos a engañarnos, bastan treinta segundos para saber si una inversión va a funcionar o no. 

Para los que proponen la regla de los treinta segundos  las inversiones se dividen en tres grupos. En el primero están las ideas que claramente no van a ir bien porque tienen una debilidad patente. Representan el 5 % de las opciones que se nos presentan y corresponden a aquellas inversiones que rechazamos instantáneamente. Antes de su declaración de quiebra en 2012, las cifras de Eastman Kodak llevaban años anunciando lo que vendría después.

Treinta segundos en la cuenta de resultados nos hubieran bastado para ver que la cosa no iba a ir bien.


En el segundo grupo están las inversiones intermedias, ni fu ni fa, ni carne ni pescado. Aquí están la mayoría de las inversiones, un 90 %, todas ellas plausibles, todas ellas con sus puntos fuertes y débiles, sin que ninguno de ellos alcance la potencia suficiente para que salte a la vista si va a ir bien o mal. La mayoría de los analistas se enredan en estas inversiones, pensando que una investigación profunda va a aclarar las cosas. Así que investigan los estados financieros, torturan los números y crean modelos complejos con el fin de conocer el destino de estas inversiones posiblemente atractivas. Nada como trabajar duro para pensar que habrá una correspondencia entre el esfuerzo y el resultado. Pero no merece la pena gastar tu tiempo y tus energías en tratar de descifrar si una oportunidad entre dos aguas tendrá éxito, no importa con cuánto detalle hagas tu análisis: nunca sabrás seguro si serán caballos ganadores. Wal-Mart Stores Inc ha presentado un crecimiento sostenido de los ingresos en los últimos nueve años, con una tasa anual compuesta del 4,90 %.



Sin embargo, los beneficios netos se han enlentecido. Ya el crecimiento anual compuesto de los beneficios en el mismo período de nueve años ha sido del 4.27 %, bastante inferior al de los ingresos, pero es que en los últimos cuatro años se ha vuelto negativo (-0.04 %).

Con su plan de grandes inversiones para mejorar su negocio online, ¿va a poder adaptar su modelo a un esquema de negocio que está cambiando, y competir con Amazon? Ya han anunciado que por lo menos hasta 2019 su beneficio por acción no va a crecer y el incremento de los dividendos se espera anémico, como lo ha sido en ejercicios recientes (un 2.08 % en el último). ¿Tendrán éxito o no? No lo sabemos, así que céntrate en la regla de los treinta segundos. Esta regla trata de descartar las inversiones intermedias y los fracasos obvios y, en su lugar, centrarse en el 5 % restante de las compañías: lo que se llama pan comido, "no-brainer".

Las tripas de la cuenta de resultados de una compañía están en cinco líneas: ingresos, unas pocas categorías de gastos, pago de intereses, impuestos, beneficio neto y eso es todo.




Todo lo que necesitas para hacerte una impresión inicial informada de la empresa. No hay que ser un científico espacial para averiguar que el beneficio neto de Hershey, al margen de la crisis de 2008, ha crecido sostenidamente y no hay un montón de "miscelánea" para confundirnos.


Así que ¿análisis en profundidad o bastan treinta segundos? ¿O tal vez primero treinta segundos, y si la impresión es aceptable, seguimos con análisis en profundidad?

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